Cultural

Biblioteca Nacional del Perú muestra sus joyas de papel

18:15 h - Mié, 17 Mayo 2017

¿Pueden encontrarse joyas entre las cenizas? El incendio que sufrió la Biblioteca Nacional del Perú (BNP) de la avenida Abancay, aquella madrugada del 10 de mayo de 1943, dejó en escombros el local de la hoy llamada Gran Biblioteca Pública de Lima. El fuego también dañó la infraestructura de la colindante iglesia de San Pedro y edificios como el otrora Instituto Pedagógico de Mujeres.

Era una nueva desgracia en la historia de la primera institución cultural del país, tras el saqueo sistemático del Ejército chileno cuando ocupó la capital entre 1881 y 1883. El historiador Jorge Basadre, como en su momento lo hizo el tradicionista Ricardo Palma, tuvo a su cargo la posterior reconstrucción de esta institución.

Curiosamente, Chile, junto con Argentina y Colombia, tuvo muestras de solidaridad con el Perú. Esta pérdida de miles de libros fue calificada de “desgracia” y los estados ofrecían sus “condolencias”, porque sabían que era irreparable. Enviaron cartas oficiales de pesar los gobiernos de México, China y Venezuela. La administración gubernamental de Manuel Prado aportó cinco millones de soles para iniciar la reconstrucción de la BNP.

Iniciativas

Algún funcionario, algún director, tuvo a bien salvaguardar aquellos volúmenes chamuscados que quedaron tras el trabajo de los bomberos de la compañía Rímac Nº 8. Los empaquetó, los mandó a algún depósito, a desafiar el tiempo y las cenizas.

Las joyas bibliográficas se trasladaron al nuevo local de BNP en San Borja, en 2008, y se mantuvieron, desde entonces, en un depósito.

Hoy, esos paquetes de libros que soportaron el fuego y el agua hace 74 años, tras un trabajo que ha tomado más de un año, gozan de una segunda vida.

Esto gracias a un acuerdo de cooperación interinstitucional entre Unesco Perú y la BNP que ha permitido desarrollar el proyecto ‘Recuperación del patrimonio bibliográfico documental del incendio de 1943 en la Biblioteca Nacional del Perú para el registro Memoria del Mundo’.

Tesoros bibliográficos

Al desenvolver las cajas, la primera sorpresa para los especialistas fue la variación en la cantidad. No se trataba de 1,200 títulos, sino que cada paquete contenía más de un volumen, los que sumaban 4,165 documentos entre libros y manuscritos, verbigracia.

Entre lo que se pudo recuperar hay incunables, tanto peruanos como europeos. El más antiguo es un documento de 1596. Heme aquí el Nuevo Atlas del Reyno de Inglaterra (1662), el libro Roma svbterranea, con información del siglo XVII, sobre epitafios, lápidas y tumbas romanas.

Otro de valía es el Diario de viaje al rededor del mundo de la fragata de guerra a hélice Amazonas de 33 cañones, que escribió el alférez José M. Marquina entre 1856 y 1858, cuando, gracias a la expansión económica del país durante el gobierno de Ramón Castilla, se construyó esta fragata, la primera de Sudamérica que dio la vuelta al globo.

Entre los materiales restaurados se encuentra el tratado legal Relectio Leguis quandiv (1605), de Feliciano Vega y Padilla. Las primeras investigaciones arrojaron que se trata de un “incunable peruano inédito”.

También está la correspondencia del virrey José de la Serna en los últimos momentos del Virreinato del Perú, cuando a cargo de las tropas realistas se alistaba en la sierra sur para la Batalla de Ayacucho. Se hallan, además, el tratado legal español Breve instruccion del methodo, y practica de los quatro Juicios (1770), de Isidoro Alcaraz y Castro, y las Tradiciones en salsa verde, de Ricardo Palma.

/MRM/


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