Tierra que Canta

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Solamente se ha repatriado el 5% de los restos arqueológicos Incas

21:41 h - Mié, 6 Jul 2016

El doctor en arqueología, historia y ciencias sociales, Hernán Amat de Olazábal, manifestó que los restos arqueológicas de Los Incas que estaban en poder de la Universidad de Yale y que fueron repatriadas al Perú, representa solamente el 5 o 10 por ciento lo que significa una pequeñez.

El también docente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, explicó en el programa “Tierra que Canta", que “Hiram Bingham (descubridor de Machu Picchu en 19011) trasladó a la Universidad de Yale fardos funerarios, gran cantidad de cerámica, y objetos de oro. Incluso el investigador Richard Burger ha publicado un catálogo del patrimonio que Bingham ha llevado a Estados Unidos y que se exhibe en Yale”.

Amat de Olazábal, agrego que se había argumentado que no se podían devolver todas las piezas

“En el libro de Bingham, La Ciudad Pérdida de los Incas, se cuenta que no se encontró oro, y para mí eso es sospechoso”, indicó.

Presentación del libro "Ideología y Religión de los Incas"

En otro momento, el investigador peruano, dio a conocer que tiene bajo el brazo su libro denominado “Ideología y Religión de los Incas”, publicado por el Fondo Editorial San Marcos, donde el principal aporte es dar a conocer la importancia que tuvo el Punchao en el Tahuantinsuyo.

“En muchos textos de historia sobre religión incaica se ha silenciado al ídolo supremo de los Incas, es decir al famoso Punchao, la gente no sabe que es el Punchao. El Punchao es la luz del amanecer, la luz eterna, es la luz que los Incas esperaban el 21 de junio que saliera a iluminar al Coricancha”, explica.

Sin embargo, dicha deidad tenía una particularidad que la hacía diferente, una característica única en todas las civilizaciones del mundo.

“Era el ídolo de oro más fino de la forma de un joven y según las crónicas en su interior guardaba una cajica que contenía las cenizas de los corazones de todos los incas pasados”, relata De Olazábal.

Continuando con su relato: “Los Incas cuando supieron que los invasores españoles al mando de Pizarro se acercaban al Cusco, el Punchao estuvo en buen recaudo porque ya estaba en Ollantaytambo y más tarde será guardado en Vilcabamba donde estuvo 40 años tiempo que duro la resistencia de los 4 incas de Vilcabamba. En 1572 el virrey Toledo envió una misión punitiva para capturar al cuarto inca, Túpac Amaru, él portaba el Punchao para fugar al fondo de la selva. Pero lo capturaron. El día que decapitaron a Túpac Amaru en la plaza de Cusco el 24 de setiembre de 1572 vaciaron las cenizas de los corazones”.

Asimismo, dio a conocer que en estos momentos dicha deidad, que según los cronistas tenía más o menos un metro 20 de estatura, se encontraría en el Vaticano.

“Luego Toledo el quinto virrey, envió este precioso ídolo en señal de donativo al Rey de España, pero posteriormente Toledo, le dice en otra carta firmada en el distrito de Checacupe Cusco en 1573 que por culpa del Punchao, estos indios nos han hecho 40 años de guerra y por ese motivo tiene que ser llevado al Papa y probablemente el Punchao se encuentre en el Vaticano”, explica.

Asimismo, Hernán Amat Olazábal, subrayó que continuará con las investigaciones para poder encontrar al Punchao.

El Libro “Ideología y Religión de los Incas” será presentado en la Feria Internacional del Libro 2016 en Lima.

/CCH/


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