Hoy en día vivimos en un mundo globalizado en el que necesitamos de muchas herramientas para desarrollarnos como estudiantes y profesionales. El aprender un nuevo idioma es una habilidad que no solo nos permitirá beneficiarnos de la diversidad cultural del mundo, sino también acceder a mejores oportunidades educativas y laborales. 

En diálogo con A todo parlante, Werner Mantilla, docente en el Instituto Confucio, contó su experiencia de aprendizaje del chino mandarín, uno de los idiomas más hablados del mundo.

Al respecto, Mantilla señaló que al igual que muchas personas, sentía que este idioma podría ser difícil de aprender, pues la caligrafía y la pronunciación son totalmente distintas a las lenguas de origen latino.

“En algún momento también escuché el prejuicio de que el chino mandarín era el idioma más difícil del mundo, pero no es así. Cuando empecé a estudiarlo, me di cuenta de que era complejo, pero en esa complejidad estaba el gusto porque poco a poco fui enamorándome de los caracteres y eso me motivó más hasta poder conseguir una beca de Enseñanza del Chino Mandarín para extranjeros”, señaló.

Mantilla también indicó a los jóvenes tener perseverancia y determinación para aprender un idioma, pues al inicio puede ser complejo, pero cuando lo llegan a entender en su totalidad se darán cuenta de los beneficios culturales, laborales  y educativos que podrán obtener.

“Cualquier idioma al inicio es complejo, pero la perseverancia es lo que nos impulsa a seguir. Hoy en día aprender inglés es obligatorio y el chino mandarín es una opción para quienes desean ampliar sus conocimientos. Es un idioma bellísimo que se ha vuelto cada vez más popular. Los jóvenes podrán encontrar material audiovisual y de escritura en internet si quieren tener un primer acercamiento”, finalizó.