Si en algún momento la Fiscal de la Nación Zoraida Ávalos entiende que si hubo una participación o un interés personal del presidente Pedro Castillo en el caso de los ascensos de oficiales del Ejército Peruano y de la Fuerza Aérea del Perú tendría que advertirle que su condición en esos momentos cambiaría pues no sería considerado testigo sino como implicado, como investigado incluso, así lo señaló Pedro Angulo, ex fiscal anticorrupción.

“Ahí inclusive podría cerrar ese primer interrogatorio que se abrió en su momento en la condición de testigo para abrir uno nuevo en la condición de sospechoso. Esa es una condición que podría darse de las preguntas y también de las respuestas que daría el presidente.”

En el Informativo por Nacional, manifestó que, de no ser así, todo terminaría contrastando el testimonio del presidente con lo que figure en otras declaraciones, en chats, videos, audios, documentos, entre otros.

 “Siempre los testigos deben de ser personas de una gran espontaneidad absoluta, es decir, a los testigos no se les pregunta por escrito, no se les advierte de cuáles son los temas que se le preguntaran, de manera genérica ellos tienen que saber que se hablará de determinados hechos, en este caso, de los ascensos de los militares de coronel a general y posteriormente que a los coroneles generales los pasaron a retiro.”

Angulo expresó que las declaraciones del mandatario como testigo deben ser evidentemente creíbles además de que las mismas servirán claramente en la investigación a la que está sujeto el ex secretario de Palacio Bruno Pacheco.

“Si se las hubieran presentado (las preguntas) por escrito se pudiera pensar que planificaron sus respuestas, que fueron aprendidas de memoria y eso no debería de darse en ningún momento”.

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