Para la psicóloga clínica Claudia Sánchez es importante que el entorno familiar pueda darse cuenta de los cambios de hábito repentinos, así como los cambios de humor (irritabilidad) o aislamiento que pueda estar desarrollándose en la persona ante el riesgo de consumo de drogas.

“A nivel social, muchas veces la persona no suele participar activamente de los grupos a los que frecuentaba, la pérdida de interés en la realización de talleres o actividades deportivas se puede hacer presente en esta etapa y ello podría ponernos en alerta”, explicó en "Mentalízate Perú".

En el caso del consumo de cigarrillos y alcohol, la especialista detalló que, si bien son drogas legales, se debe vigilar si el consumo excede a lo habitual.

“El hecho es que tras el consumo de alcohol hay una afectación del sistema nervioso, empieza a necesitar una mayor cantidad de la sustancia o se puede presentar indicadores de abstinencia, por lo que el monitoreo es vital para descartar cualquier tipo de dependencia”, mencionó.

En Nacional, Sánchez manifestó que el consumo de drogas trae consigo diversas consecuencias negativas en la salud mental como la ansiedad, depresión, cuadros de pánico, desesperanza que se pueden empeorar frente a otros factores como la soledad, la falta de trabajo, entre otros.

D.B.D.