“Cuando ingresé a la universidad no tenía inclinación por ninguna carrera porque lo que me interesaba era participar en política. Tenía mucho interés en la Historia, aunque también en las Ciencias. Al final terminé estudiando Derecho, pero luego decidí cambiarme a Arqueología”, contó el arqueólogo ayacuchano Luis Guillermo Lumbreras.

En diálogo con Qué fue de tu vida, Lumbreras contó pasajes sobre su vida académica y los personajes más influyentes en su desarrollo intelectual recordando que su acercamiento al mundo académico provino de su propia familia.

“En mi espacio familiar había una fuerte ligazón con los temas académicos y políticos porque mi padre fue abogado y trabajó en el Congreso. Mi madre y hermana, por su parte, eran matemáticas; así que yo crecí en un ambiente inclinado hacia la reflexión académica y teórica con una fuerte tendencia hacia la organización metódica de lo que uno hace”, indicó.

Lumbreras también recordó a sus maestros Raúl Porras Barrenechea y Luis Eduardo Valcárcel con quienes trabajó desde muy joven.

“Raúl Porras Barrenechea daba unas clases fascinantes, él era un amigo. Junto a Vargas Llosa, Pablo Macera y Hugo Neira pasábamos todo el día en su biblioteca ayudándolo en la limpieza y organización de sus libros. El doctor Valcárcel, por su parte, siempre fue un maestro y quien me introdujo a la docencia. Él era una persona mayor a la cual podíamos consultar muchas cosas, de una manera más formal”, señaló.

Finalmente, el arqueólogo habló sobre la importancia de la lectura crítica a través del debate de ideas y lamentó que hoy en día, no existan espacios en donde la lectura sea el motivo de conversación.

“Yo comencé estudiando el Perú a través de la poesía y la literatura de José María Arguedas. Con la compañía de amigos como Aníbal Quijano y Pablo Macera discutíamos lo que leíamos. Esa es la diferencia sustancial entre simplemente leer y tratar de hacer una lectura crítica. Eso nos permitía tener espacios que ahora no son tan frecuentes”, sostuvo.