“Túpac Amaru II tuvo varias residencias en el Cusco, la que nosotros trabajamos está ubicada en Tungasuca, provincia de Canas, que se encuentra a 40 minutos de la casa principal de Surimana”, comentó el joven arqueólogo cusqueño Frank Durand.

En diálogo con Qué Hacer, el especialista brindó detalles sobre cómo se ha desarrollado el proyecto de restauración que ha sido beneficiario de la Beca Permanencia de PRONABEC en el 2019.

“Esta casa es la que se menciona en los libros de Historia. Es una casa de adobe, con cimientos incas, techos de agua y cuenta con seis ambientes. Con el paso del tiempo se ha deteriorado, incluso se ha incendiado por lo que se han perdido muchas evidencias culturales”, indicó el arqueólogo.

Durand también señaló que una de sus motivaciones para restaurar la casa de Túpac Amaru fue el promover un espacio turístico en Cusco que permita a los visitantes identificarse con la cultura a través de la arqueología.

“La arqueología es una disciplina que está en pañales en nuestro país, pero que tiene mucho potencial porque la riqueza cultural es abundante. En ese sentido, la figura de Túpac Amaru II es admirable no solo por sus acciones, sino porque en la actualidad enriquece culturalmente a nuestro país”, señaló.

Finalmente, el arqueólogo indicó que se estima que para el 2023, la casa se encuentre restaurada y convertida en museo para que pueda ser visitada y difundida a nivel nacional e internacional.