El próximo 12 de junio en Singapur se llevará a cabo la reunión histórica entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano Kim Jong-Un.  En la cita el presidente asiático buscará garantizar que la Casa Blanca no atacará bélicamente a su país, tal como Washington ha amenazado hacer en repetidas oportunidades.

“En concreto lo que está buscando Corea del Norte (con la cumbre) es la paz con Estados Unidos (…), quiere garantizar que Washington no va a atacar y el premio máximo (como respuesta al compromiso de USA) tendría que ser el desmantelamiento de su programa nuclear, no solo su suspensión, sino que se deshaga de sus armas atómicas, a cambio también de un apoyo económico”, sostuvo el internacionalista Francisco Belaunde para El Informativo.

Sin embargo, aunque lo descrito sea el escenario ideal, Belaunde agregó que con las personalidades coléricas que dominan a Trump y Kim Jong-Un, puede que esto no suceda.

“Ese sería el escenario ideal. Hasta qué punto Kim y Trump están dispuesto a eso, es otra cuestión”.

Al ser consultado por las razones que habrían llevado a Pyongyang aceptar reunirse con la potencia mundial, hecho que hasta hace algunas semanas era impensable, Belaunde indicó:

“Es una combinación de factores. Primero, tanto Trump como Kim Jong-Un son personalidades impredecibles, no se sabe a ciencia cierta qué esperar de ellos; segundo, están las sanciones impuestas por Naciones Unidas a Corea del Norte que la están golpeando mucho; tercero, están estas amenazas (de ataques contra el régimen norcoreano)”

La inesperada reunión entre Donald Trump y Kim Jong-un rompe con la feroz confrontación diplomática y verbal que marcó la relación en 2017 entre Estados Unidos y Corea del Norte. El deshielo es un punto de inflexión, pero la tensión entre Pyongyang y Washington existe desde hace más de dos décadas.

/CP/