Los residentes en países de Oceanía y Asia, como Australia, Nueva Zelanda y Japón ya celebran la llegada del 2024 y han despedido el año viejo con una serie de tradiciones y costumbres propias de cada país.

En Australia, desde las 00.00 horas (08.00 horas de Lima) miles de personas se concentraron en el puerto de Sídney, en el Puente de la Bahía o la Casa de la Ópera para apreciar el show pirotécnico como la principal atracción de las fiestas de fin de año en este país.

Desde tempranas horas de la mañana del 31 de diciembre, miles arribaron a los mencionados lugares para realizar la cuenta regresiva y festejar el comienzo del nuevo año. 

Debido a la rotación de la Tierra y a la diferencia horaria, Nueva Zelanda, ubicado en el suroeste del Océano Pacífico, se convirtió en la segunda nación en recibir el Año Nuevo.

En esta parte del mundo, la mayoría de los festejos son al aire libre y abiertos al público con grandes conciertos en vivo, como los realizados en Wellington, capital de Nueva Zelanda, donde las festividades comenzaron alrededor de las 8 de la noche del 31 de diciembre con exhibiciones de juegos pirotécnicos.

Los fuegos artificiales alegraron e iluminaron las diferencias ciudades de este país como Auckland, Whangamata y el barrio de Mount Maunganui.

Los peruanos residentes en Japón también celebraron (a las 10.00 horas de Perú) el Año Nuevo 2024 con fuegos artificiales en las principales ciudades como Tokio, Osaka, Nagoya, Kioto y Yokohama.

Esta festividad, a diferencia de otras partes del mundo, es más familiar por lo que muchos japoneses aprovecharon para reunirse con sus seres queridos.

Durante la noche del 31 de diciembre, la costumbre japonesa indica que se debe comer un plato de fideos tradicional llamado Toshikoshi soba, que simboliza la prosperidad y larga vida, tradición que muchos peruanos en ese país oriental han adoptado para atraer la buena suerte.

No obstante, en las mesas peruanas se imponen platos y bebidas como el piso sour, la chica morada, los tamales criollos, el lomo saltado, entre otros, así como prendas y artículos de colores característicos del país, que hacen rememorar el lugar que los vio nacer.

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