Los gatos se han convertido en los protagonistas de múltiples videos virales en las redes sociales. La mayoría de casas alberga un minino, pero ¿estamos cuidando como se debe a esta mascota? Hoy un médico veterinario llegó a Qué Hacer para compartir recomendaciones en la crianza de nuestros engreídos.

“Cerca del 20 % de los hogares del Perú tiene gatos, porcentaje un poco menor al de los perros pero igual de importante. En Latinoamérica en general no tenemos la costumbre preventiva”, comentó el doctor Kamilo Rivera al referir que es necesario vacunar y llevar frecuentemente al médico a nuestros gatos, animales que son más frecuentes de sufrir enfermedades poco percibidas.  

Pese a que los gatos son mascotas muy independientes y la relación que mantienen con el humano es distinta a la de los perros, debemos aprender a conocer el comportamiento de nuestros engreídos y poder estar atentos a las diferencias en su comportamiento, que podrían denotar alguna enfermedad. El especialista nos explica que los males en los gatos, por su naturaliza solitaria, no son notorios. Debido a ello se debe visitarse frecuentemente al médico veterinario.

“Se acicala solo pero es importante llevarlo al chequeo. A diferencia del perro, el gato no se percibe cuando está mal porque es solitario. No se nota que están enfermos. Es importante considerar la castración temprana porque los gatos salen cuando quieren. Recomendable a partir de los 6 meses”, aconsejó Kamilo Rivera en Nacional FM.

¿Las mujeres embarazadas no pueden tener gatos?

“Esto es relativo, lo que sucede es que hay una enfermedad que se llama toxoplasmosis. Se transmite cuando el gato está enfermo y la mujer embarazada tiene contacto cercano con las heces del gato a la hora de hacer la limpieza. Se previene usando guantes, y es menos probable que uno se enferme por transmisión de gatos que por comer carne cruda”, aclaró el médico sobre uno de los mitos más sonados sobre esta mascotita.

Gato estresado

“El gato es propenso a estresarse. Ellos sienten que somos nosotros los que vivimos en su casa. Se debe considerar los cambios bruscos, como un nuevo integrante en la familia, un nuevo perro o un nuevo gato”, recomendó.

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