El médico epidemiólogo y especialista en salud pública, Sergio Recuenco, manifestó que el consumir aves que están en el mercado o que sirven en restaurantes no significa algún problema, ya que con las medidas e inspecciones necesarias, todo comercio formal de aves no tiene ese riesgo, y se encuentran sujeto bajo vigilancia.

“Si hubiera algún brote en algunas de estas granjas, ya se han tomado las acciones drásticas para que el producto no llegue al consumo humano, para tranquilidad, aun si llegaran algunas aves a ser cocinadas, no significaría un problema, el problema es para lo que manipulan las aves muertas” sostuvo en ese sentido Sergio Recuenco.

Asimismo, el especialista en salud pública exhortó que las personas no se acerquen a las aves muertas, “una vez que las aves estén retiradas, no habrá dificultad para usar las playas, estaría justificado un cierre temporal, el acceso restringido mientras se hacen el retiro de estos animales”.

En otro momento el médico epidemiólogo indicó que esta es una epidemia en animales, hay zonas donde hay un incremento y después de unas semanas empieza a bajar, y en las zonas adyacentes empiece a subir.

Además, explicó que dar un cierre por un número indeterminado de días no es necesario, “es importante tomar en cuenta las estadísticas mundiales, la OMS lleva registros donde la influenza hubiera pasado a humanos, y eso sí ha ocurrido en los últimos 20 años, hay alrededor de novecientos casos registrados de contagios a personas, es posible que la gravedad de estos casos puede llegar a la muerte”.

Finalmente, Recuenco dijo que esto no es un contagio fácil, ya que debe haber un contacto fijo con un ave enferma, y los equipos de protección personal que utilizan los especialistas de Senasa son precisamente para la manipulación de estas aves, y no cualquier persona debería de hacerlo.

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