El economista y docente de la Escuela de Administración de Negocios (ESAN), Jorge Guillén, estimó que la exoneración del Impuesto General a las Ventas (IGV) a un grupo de alimentos de la canasta básica familiar tendrá un efecto prácticamente nulo en el consumidor final.

“Yo creo que va a ser prácticamente nulo, entre muy poco y nulo, y el problema va a ser el forado fiscal (por) el costo que implicaría ese pobre beneficio”, sostuvo el especialista, al indicar que esta exoneración podría ser progresiva para los supermercados, ya que los pequeños mercados no pagan dicho impuesto y los más vulnerables no verían un cambio en los precios.

Asimismo, Guillén, manifestó que el Ejecutivo hubiera considerado la posibilidad de otorgar ciertos bonos fiscales para las poblaciones vulnerables en el país, teniendo como base la información proporcionada por las planillas fijadas durante la pandemia.

“Debería ser focalizado ya que tenemos las planillas del Midis y también sobre esa misma planilla se podría haber dado de manera temporal los bonos”, agregó el economista, al referir que a partir de agosto la situación actual podría disiparse.

/MO/