El decano del Colegio Químico Farmacéutico del Perú, Arnaldo Tipiani, reiteró los cuestionamientos del gremio hacia la posible ejecución de la castración química para los violadores debido al presupuesto posterior requerido a fin de lograr la estabilización psicológica y corporal del receptor. 

“En este proceso la persona es sometida con fármacos y su duración es de 3 meses, para ello se requiere el control de la evaluación de la conducta con los especialistas, porque su aplicación tiende a generar una situación de depresión además de generar posibles reacciones adversas como la disminución de la masa ósea, afectaciones hepáticas, obesidad lo que implicaría una demanda de salud y el incremento de un presupuesto que debe ser considerado en su implementación.”

En el Informativo por Nacional, Tipiani señaló que el sistema de control permanente de salud de la persona a la que se le aplica la castración química debe ser considerado desde antes de su implementación porque puede generar a futuro vacíos y es el Ministerio de Salud quien deberá evaluar si está en la posibilidad de enfrentar los retos que implica su ejecución.

“La castración química es un proceso temporal que tiene como función principal disminuir la testosterona y controlar los impulsos de la libido, en sí, ya es una experiencia que se aplica en otros países y se está tratando implementar acá, pero tenemos un marco desregulado en el Poder Judicial”. 

“Hay un costo que debe asegurarse, el promedio del tratamiento es de 40 a 50 dólares y por ello existe la observación de algunos sectores por lo que no necesariamente se podría cumplir con el presupuesto que debe considerar además la intervención de monitoreo y control de los especialistas.”

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