Estados Unidos se lleva a manos llenas el oro que había en Lima-2019, Brasil se va con el segundo mayor cargamento y Perú, un gran anfitrión, despide con un último banquete a todos los invitados a su fiesta.

En las pistas obtuvieron siete oros contra seis de Brasil y seis de Jamaica. Y en las piscinas acapararon 21 de las 36 medallas doradas en disputa.

Y una de sus bazas fue Margo Geer, que se va de la capital peruana con cinco medallas, cuatro oros y una plata. 

Son 18 ediciones y 16 bajo dominio estadounidense. Las dos únicas excepciones fueron Buenos Aires-1951 y La Habana-1991. 

Y aún quedan por definir 22 títulos antes de la ceremonia de despedida y de traspaso. Dentro de cuatro años los Juegos Panamericanos irán más al sur, a Santiago.

Y aunque la corona siempre fue de Estados Unidos, Brasil apareció para llevarse de Lima el segundo cargamento de oro más grande. 

Es el mejor rendimiento para los brasileños desde 1963, cuando quedaron detrás de los estadounidenses en la fiesta que organizaron en Sao Paulo. 

Brasil ha capturado 54 oros y aventaja por mucho a México, que a falta de un día aún no puede celebrar el bronce general. 

Con 36 metales de los más preciados, los aztecas apenas van por delante de los canadienses (33) y con Argentina (32) y Cuba (31) muy cerca, apretando el paso por subirse al podio definitivo.

La nación sudamericana tuvo en la nadadora Delfina Pignatiello a una de las estrellas emergentes de los Juegos.

Con apenas 19 años, Pignatiello recolectó tres preseas doradas en los 400, 800 y 1.500 metros libre y fue una de las grandes protagonistas de la natación.

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